martes, 20 de diciembre de 2011

Letras nada huerfanas XV

Encuentro
Octavio Paz


Al llegar a mi casa, y precisamente en el momento de abrir la puerta, me vi salir. Intrigado, decidí seguirme. El desconocido —escribo con reflexión esta palabra— descendió las escaleras del edificio, cruzó la puerta y salió a la calle. Quise alcanzarlo, pero él apresuraba su marcha exactamente con el mismo ritmo con que yo aceleraba la mía, de modo que la distancia que nos separaba permanecía inalterable. Al rato de andar se detuvo ante un pequeño bar y atravesó su puerta roja. Unos segundos después yo estaba en la barra del mostrador, a su lado. Pedí una bebida cualquiera mientras examinaba de reojo las hileras de botellas en el aparador, el espejo, la alfombra raída, las mesitas amarillas, una pareja que conversaba en voz baja. De pronto me volví y lo miré larga, fijamente. Él enrojeció, turbado. Mientras lo veía, pensaba (con la certeza de que él oía mis pensamientos): "No, no tiene derecho. Ha llegado un poco tarde. Yo estaba antes que usted. Y no hay la excusa del parecido, pues no se trata de semejanza, sino de substitución. Pero prefiero que usted mismo se explique..."
Él sonreía débilmente. Parecía no comprender. Se puso a conversar con su vecino. Dominé mi cólera y, tocando levemente su hombro, lo interpelé:
—No pretenda ningunearme. No se haga el tonto.
—Le ruego que me perdone, señor, pero no creo conocerlo.
Quise aprovechar su desconcierto y arrancarle de una vez la máscara:
—Sea hombre, amigo. Sea responsable de sus actos. Le voy a enseñar a no meterse donde nadie lo llama...
Con un gesto brusco me interrumpió:
—Usted se equivoca. No sé qué quiere decirme.
Terció un parroquiano:
—Ha de ser un error. Y además, esas no son maneras de tratar a la gente. Conozco al señor y es incapaz...
Él sonreía, satisfecho. Se atrevió a darme una palmada:
—Es curioso, pero me parece haberlo visto antes. Y sin embargo no podría decir dónde.
Empezó a preguntarme por mi infancia, por mi estado natal y otros detalles de mi vida. No, nada de lo que le contaba parecía recordarle quién era yo. Tuve que sonreír. Todos lo encontraban simpático. Tomamos algunas copas. Él me miraba con benevolencia.
—Usted es forastero, señor, no lo niegue. Pero yo voy a tomarlo bajo mi protección. ¡Ya le enseñaré lo que es México, Distrito Federal!
Su calma me exasperaba. Casi con lágrimas en los ojos, sacudiéndolo por la solapa, le grité:
—¿De veras, no me conoces? ¿No sabes quién soy?
Me empujó con violencia:
—No me venga con cuentos estúpidos. Deje de fregarnos y buscar camorra.
Todos me miraban con disgusto. Me levanté y les dije:
—Voy a explicarles la situación. Este señor los engaña, este señor es un impostor...
—Y usted es un imbécil y un desequilibrado —gritó.
Me lancé contra él. Desgraciadamente, resbalé. Mientras procuraba apoyarme en el mostrador, él me destrozó la cara a puñetazos. Me pegaba con saña reconcentrada, sin hablar. Intervino el barman:
—Ya déjalo. Está borracho.
Nos separaron. Me cogieron en vilo y me arrojaron al arroyo:
—Si se le ocurre volver, llamaremos a la policía.
Tenía el traje roto, la boca hinchada, la lengua seca. Escupí con trabajo. El cuerpo me dolía. Durante un rato me quedé inmóvil, acechando. Busqué una piedra, algún arma. No encontré nada. Adentro reían y cantaban. Salió la pareja; la mujer me vio con descaro y se echó a reír. Me sentí solo, expulsado del mundo de los hombres. A la rabia sucedió la vergüenza. No, lo mejor era volver a casa y esperar otra ocasión. Eché a andar lentamente. En el camino, tuve esta duda que todavía me desvela: ¿y si no fuera él, sino yo...?


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Extraído de ¿Águila o sol?

domingo, 11 de diciembre de 2011

Ok, ok, no quiero ser su Grinch esta Navidad

Felices fiestas tengan [infieles e infelices feligreses]. Y que las cenas sean todas gratas, les desea su cariñoso amigo Lacolz:


viernes, 9 de diciembre de 2011

Porque no sólo de letras vive el hombre XVIII

Mourir Auprès
(Morir a tu lado)



Brillante y divertida odisea literaria de:
Spike Jonze & Olympia Le-Tan:

http://www.nowness.com/day/2011/10/17/1640/spike-jonze-mourir-aupres-de-toi

Enhorabuena homovidens XVII

Para acabar el 2011 una pieza digna de un homoviden y de cierre de año. Sacándole jugo a lo audiovisual. Terror surrealista cíclico:



P.D. Poner pantalla al full y subir el volumen, mientras más, mejor. No apto para niños.

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Fuente:

TOPO GLASSATO AL CIOCCOLATO by milkyeyes:
http://vimeo.com/33237459

¡Dios, por qué no estuve allí? V

Para empezar a darle fin al 2011, qué mejor manera que lamentando el no haber estado acá:




Breve oda a la gula

Si no como, no existo.
Si como, medio existo.
Trago, luego existo.

De cuando se canta el cuento XIII

El último cuento-canción del 2011 pertenece al panameño Rubén Blades, con su famoso "Pedro Navaja":


Por la esquina del viejo barrio lo vi pasar
con el tumbao que tienen los guapos al caminar,
las manos siempre en los bolsillos de su gabán
pa que no sepan en cuál de ellas lleva el puñal.

Usa un sombrero de ala ancha de medio lao
y zapatillas por si hay problemas salir volao,
lentes oscuros pa que no sepan qué está mirando
y un diente de oro que cuando ríe se ve brillando.

Como a tres cuadras de aquella esquina una mujer
va recorriendo la acera entera por quinta vez,
y en un zaguán entra y se da un trago para olvidar
que el día está flojo y no hay clientes pa trabajar.

Un carro pasa muy despacito por la avenida
no tiene marcas pero toos saben ques policia, uhm.
Pedro Navaja las manos siempre dentro el gabán,
mira y sonríe y el diente de oro vuelve a brillar.

Mientras camina pasa la vista de esquina a esquina,
no se ve un alma, está desierta toa lavenida,
cuando de pronto esa mujer sale del zaguán,
y Pedro Navaja aprieta un puño dentrol gabán.

Mira pa un lado mira palotro y no ve a nadie,
y a la carrera pero sin ruido cruza la calle,
y mientras tanto en la otra acera va esa mujer,
refunfuñando pues no hizo pesos con qué comer.

Mientras camina del viejo abrigo saca un revolver, esa mujer,
iba a guardarlo en su cartera pa que no estorbe,
un 38 esmithanhueson del especial
que carga encima pa que la libre de todo mal.

Y Pedro Navaja puñal en mano le fue pa encima,
el diente de oro iba alumbrando toa la avenida, ¡se le hizofácil!,
mientras reía el puñal le hundía sin compasión,
cuando de pronto sonó un disparo como un cañón,
y Pedro Navaja cayó en la acera mientras veía, a esa mujer,
que revolver en mano y de muerte herida ahí le decía:
"Yo que pensaba hoy no es mi día estoy salá,
pero Pedro Navaja tú estás peor, no estas en na".

Y creánme gente que aunque hubo ruido nadien salió,
no hubo curiosos, no hubo preguntas, nadie lloró.
Sólo un borracho con los dos cuerpos se tropezó,
cojió el revolver, el puñal, los pesos y se marchó.
Y tropezando se fue cantando desafinao
el coro que aquí les traje y da el mensaje de mi canción:
"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios".

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios.
Pedro Navaja matón de esquina
quien a hierro mata, a hierro termina.

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios.
Valiente pescador, al anzuelo que tiraste,
en vez de una sardina, un tiburón enganchaste.



lunes, 5 de diciembre de 2011

18 de diciembre

Para Ceci O.

La madrugada de hoy un hombro gordo intentó entrar a mi cuarto. Usaba pasamontañas y un suéter verde muy ajustado con las iniciales: “T A”. Pobrecillo. Intentó colarse por la ventana. Ja. No pudo. Primero se le atoró una pierna en la rejilla. Luego con un morral sucio y viejo tiró un par de macetas. Finalmente sus lonjas no lo dejaron cruzar y desistió. Ja. Cuando me levanté el hombre gordo muy apenado me dijo: "Disculpa, disculpa, sigue durmiendo, jo-jo-jo, ya me voy". Y se fue. Me volví a acostar. Y antes de quedar dormido pensé en un pavo. En tamales. Buñuelos. Ponche. Discada. Bolos. Más pavo y más tamales. Pensé en el recalentado. Pensé de vuelta en el hombre gordo. Ja. Pensé en Tragones Anónimos y después me quedé dormido.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

martes, 29 de noviembre de 2011

De cuando se canta el cuento XII

"Madres sólo hay una, y la tuya es la mejor. Nació de una borrachera, con planes frustrados de montar un grupo que tocara con el coño al aire, pero acabó cocinando patatas con jamón para sus retoños. Cuando los chavales cumplieron los 40 se piraron de casa y tu madre retomó su sueño de la infancia y dio su primer concierto en el dormitorio de los niños. Desde entonces han seguido tocando allá donde han habido picos hambrientos, porque si algo es cierto es que Tu Madre te alimenta y te quiere. Tu Madre te da cachetes en el culo, te pellizca, incluso te grita como si tuviese un monstruo de ultratumba en su esófago, te acaricia con manoplas de piel de tiburón y te deja en evidencia delante de tus amigos, pero siempre tiene el plato en la mesa a la hora que tus células necesitan sus lípidos. Tu Madre es así, un águila de 300 Kg. que te trae al nido gusanos, tomillo y alguna presa del campo."

Ellas son Tu madre. Y vienen desde algún garage de España a contarnos la siguiente canción:

"El puñal"

Anoche soñé con tu contestador.
Me susurraba cosas al oído.
Se encasquetaba y me le repetía
y me decía:

"Te voy a clavar un puñal en las rodillas,
te voy a escribir una carta de amor,
hundiré mis uñas en tus pantorrillas,
te voy a matar sin que sientas dolor,
te voy a clavar un puñal en las rodillas,
te voy a escribir una carta de amor,
hundiré mis uñas en tus pantorrillas,
te voy a matar... sin que sientas dolor".

Aaaah aaaah aaaah
Aaaah aaaah aaaah

"Te voy a arrancar la piel, suave como el aluminio,
la estiraré para hacerme un tambor
y así te llamaré cuando no estés conmigo".

Aaaah aaaah aaaah
Aaaah aaaah aaaah

Y al despertar tenía puñales en las rodillas,
en mi almohada una carta de amor,
pequeños moratones en mis pantorrillas,
pero a pesar de todo, no sentía dolor,
mi piel estaba arrancada,
mis pies en un montoncito,
y por la ventana oía tocar un tambor.






Su disquera: http://www.produccionesdoradas.com/public/index.php?opcion=m2&id=5&apartado=discos

Su Myspace: http://www.myspace.com/tumadretumadretumadre

Tres unos

Todo parece indicar que esta es la entrada número... adivina, adivinador.

Haciendo muac

A veces uno consigue material de ciertos autores, actores, directores, profetas, músicos o taqueros y al leerlos, verlos, observarlos, escucharlos, entonarlos o comerlos uno se identifica con cierto tono, aire, visión, postura, tonada o sazón. Y eso está bien, porque uno no se siente tan desolado entre tanta humanidad e indiferencia e industrialización. Y a veces ocurre que uno logra toparse en persona con uno de ellos. Y no hay mucho que hacer, salvo muac.



Manu, el Bateriaman, Molina con un típico sombrero mexicano + jovencilla blanca con cara de sorpresa o náusea o ambas cosas + botellas vacías o llenas de contenido nada desconocido + Lacolz y Nacho Vegas [Monterrey, auditorio Luis Elizondo, noviembre del 2011].

sábado, 26 de noviembre de 2011

Enbuenahora, Aleida: Bonsái 5






Imagino que así ha de sentirse cuando un padre o un profesor siente orgullo por su hijo o alumno. No, mentira. No podría imaginar tal cosa. Ni siquiera imaginar. No es mi hija y tampoco soy profesor. En todo caso: Imagino que así es como se siente cuando un amigo o colega logra un objetivo más en su camino. Esto, en todo caso, más que imaginarlo, lo siento. Ahora mismo. Ahorita. Se trata de Belem, "La-leída", Salazar. Que le han publicado una serie de divertidos y desconcertantes tuits sobre la Nada en la monada y mínima de Bonsái.



Ahora pasen a leer, que no tiene pierde ni costo, acá:

http://issuu.com/revistabonsai/docs/bonsai_5

miércoles, 23 de noviembre de 2011

10 años El Chanate



Que habrá un mimo que no habla, que un chanate de 10 años que graba o pinta o algo así, que es mañana jueves, que en la galeria de arte actual de hoy en día del Isauro, que habrá fino vino del Waldo's y que música en vivo o para vivos o algo así... Mah, tan locos.

¿Vamos?

Porque no sólo de letras vive el hombre XVII

Un hermoso fotopoema en cuatro actos. El cual transpira esfuerzo, solidaridad, fraternidad, agradecimiento y el orgullo mezclado con la humildad. No me canso de ver cuadro por cuadro. Es grato seguir vivo y sentir esta especie de mariposeo en la garganta y en la punta de los dedos.




martes, 15 de noviembre de 2011

1. Manoseando al otro: MANEL - Mi plan quinquenal [fragmento]

Lo primero que haré es comprarme una corbata. De rayas y burdeos y azul. E iré a aprender a hacer el nudo con algunos sabios del mismo Estambul. Luego haré una antología con los aforismos que salen de ti. Y haré una edición forrada en terciopelo gris. Y será para ti. Cruzaré toda la Laguna en mi silla. Te encontraré afuera de una panadería. Sonreiré en frente de ti. Sacaré el pecho y te enseñaré la corbata y te diré que ahora todo depende de ti. Sí bonita, ahora todo depende de ti*.



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*"Plan quinquenal" pertenece originalmente al grupo catalán, que en catalán canta, llamado Manel. Después encontré una versión al asturiano del asturiano Nacho Vegas. Ambas versiones me fascinan y no tardé en hacer mi versión lacolzeana por mí.

viernes, 11 de noviembre de 2011

¡Dios, por qué no estuve allí? IV

Jajajaja... chingao, ¡por qué, Dios, por qué no estuve en Belleville?



jueves, 10 de noviembre de 2011

Changos...

apenas que tenía un seguidor-escritor que no había obligado a seguirme bajo la amenaza de una Bic sin tapón, apenas que había conseguido a un seguidor-escritor por su propio gusto, sin que lo hubiera sobornado con alcohol o el número de celular de una prima o con supersticiones lacolzeanas. Changos.
____Tendré que consolarme. Sí, los seguidores, como el dinero y la luz y las mujeres y los sueños y los miedos y mis dedos, van y vienen. Siempre. Así, hasta el día del Juicio.

Letras nada huerfanas XIV

Francis Picabia
Manifiesto clarividente (1920)*


¡Todos ustedes están acusados!
Levantaos. El orador sólo puede hablaros si estáis de pie.
De pie como para la Marsellesa.
De pie como para el himno ruso.
De pie como para el God Save the King.
De pie como ante la bandera.
Por último, de pie ante Dadá que representa la vida y os acusa de que os gustan las cosas por snobismo desde el momento que son caras.
¿Os volvéis a sentar? Mejor, así me escucharéis con más atención.
¿Qué hacéis ahí arrimados unos a otros como ostras serias?
Porque sois serios, ¿verdad?
Serios, serios, serios hasta la muerte.
La muerte es una cosa seria, ¿no?
Cada cual muere como un héroe o como un idiota, lo cual viene a ser lo mismo.
La única palabra que no es efímera es la palabra muerte.
La muerte es una palabra seria, ¿no?
Les gusta la muerte para los demás.
Matadlos, matadlos, matadlos.
Sólo el dinero no se muere, se va de viaje.
Es el Dios, aquél a quien se respeta, el personaje serio. Dinero, respeto de las familias. Honor, honor del dinero. Quien tiene dinero es un hombre honroso.
El honor se compra y se vende como el culo. El culo, el culo representa la vida, representa la vida como las patatas fritas y todos vosotros que sois serios oleréis peor que la mierda de vaca.
Dadá no huele a nada, no es nada, nada, nada.
Es como vuestras esperanzas: nada.
Como vuestros paraísos: nada.
Como vuestros ídolos: nada.
Como vuestros políticos: nada.
Como vuestros héroes: nada.
Como vuestros artistas: nada.
Como vuestros cultos religiosos: nada.
Silbad, gritad, rompedme la cara y ¿qué? ¿qué? Seguiré diciéndoos que sois unos ineptos. Dentro de tres meses, mis amigos y yo os venderemos nuestras obras por unos cuantos francos.


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*Es una traducción malformada de la siguientes fuentes:
Dadá documentos, recopilado por Ida R. Prampolini y Rita Eder, Ed. UNAM, 1977, p. 247 + “Festival Manifestete-presbyte” en Cannibale, No 2, París, 1920 + Leído en la noche Dadá del Theatre de la Maison de Louvre, el 27 de marzo de 1920**.
**
http://www.antorcha.net/biblioteca_virtual/filosofia/estupidez/introduccion.html

2° Festival del libro y la lectura en Torreón

Ha comenzado la Feria del libro y la lectura en su segunda edición. Si te gustan los libros y leer y así ven a curiosear, seguramente encontrarás libros y cosas para leer. Yo estaré de vendedor por allí en un puestito con libros y cosas para leer y así.



Habrá libros para leer, para empolvar, para forrar, para hojear, para quemar, para plantar, para deshojar, para orinar, para cocinar, para bailar, para ojear, para rayar, para escupir, para doblar, para tirar, para regalar, para arrinconar, para estudiar, para-papapa-para, para mordisquear, para soñar, para olfatear, para ti y para ti y para ti, para ignorar, para maldecir, para estafar, para masturbar, para rezar, para escuchar, para divagar, ¡pararrayos y centellas, Batman!

lunes, 31 de octubre de 2011

Enhorabuena homovidens XV


"Teresa dreaming", Balthus (1938).

jueves, 27 de octubre de 2011

¡Dios, por qué no estuve allí? III

Cuando escuché la canción me pareció genial. No había mirado el video porque me encontraba haciendo otra cosa en algún otro lugar del ciberespacio. cuando le di play de vuelta me puse a ver el video y lo primero que pensé fue:

Ja...

Y lo segundo que pensé fue:

Oh...

Y lo tercero:

Jaja...

Y lo cuarto:

Ooh...

Y lo quinto:

Jajaja...

Y lo sexto:

Oooh...

Y lo séptimo:

Jajajaja...

Y lo octavo:

Ooooh...

Y lo noveno:

Ja, pinches locos... Oh, genial.

Y lo último:

Es un mundo paralelo. Para lelos. Chingao, ¿por qué no he estado allí?




miércoles, 26 de octubre de 2011

Jornadas por las paz

Hace algunos días invitaron a los palabracaidistas a las "Jornadas por la paz" en la ciudad de Gómez Palacio, Durango. Me tocó ir en representación. Los que saltarían al escenario actuarían, cantarían, bailarían y leerían cosas relacionadas con la paz y la violencia. Así que decidí leer tres pequeños textos, o algo así como poemas, relacionados con el tema. El primero es de un poeta duranguese que extraje de un artículo títulado "Cartas desde Durango", publicado en Gatopardo. Y los otros dos son una especie de remasterización de mi parte. La lectura pareció no desagradar a los presentes y me pareció buena idea colgar el material aquí.


De Jesús Marín

No señor sicario no me mate usted
Yo no quería estar en medio de sus balaceras
Pero tengo que vivir en esta ciudad
No señor sicario no sea usted tan cruel
No señor sicario no sea usted cabrón
Le juro que no me vuelvo a entrometer en su fuego cruzado
Le juro que no vuelvo a detener sus balas perdidas con mi cuerpo
Le juro que no vuelvo a salir después de las ocho de la noche


***


Adivinanza
Sicarios pasan por mi casa
En la banqueta hay tirado un corazón
El que no se lo imagine
Obviamente no es de esta región
¡Qué es? ¡Qué es?
El pan nuestro de cada día


***


Aserrín, hacen bang!
Laguneros y don Juan
Piden paz, no les dan
Piden besos, dejan tiesos
Y les cortan los pescuezos
Y nos ponen a llorar
Aserrín, hacen bang!
Bang! Bang!

domingo, 23 de octubre de 2011

De cuando se canta el cuento XI

Repite Nacho Vegas en esta sección de "De cuando se canta el cuento". En esta ocasión con el cuento cantado de "El tercer día", que cierra con un estribillo que invita a corear y a desgarrarse una y otra vez y otra vez y una más y otra más.



Por tercer día él ve amanecer
desde una cama vacía,
por tercero le oímos persignándose,
Jesús, José y María.
Y el tercer día, jura, es el peor
le tendríais que ver
de rodillas con cara de idiota
arañando el parqué.

Hizo listas de las personas con
las que había dormido.
Puso en rojo los nombres de aquellos que
resultaron heridos.
Su apellido figura una vez
de cada cinco o seis
en un rojo tan vivo que
al mirarlo dolía.
Él lloraba y gemía al pensar
que le quedaban aún otros tres días.

Y cambió los muebles de lugar
un treinta de noviembre,
fue a dormir y de nuevo al despertar
estaban donde siempre.
Que es diciembre, no abril, el mes más cruel,
quién se lo iba a negar
si las horas le duran hoy
lo que dura una vida,
si el plan de su vida a día de hoy
consiste en nada más
que en llegar al cuarto día.

Si las horas le duran hoy
lo que dura una vida.
Llegaré al cuarto día, gemía,
pero lo peor, señor,
es que llegará, es que llegará,
y que a ese día le sucederá
otro día más,
y otro día más,
y otro día más,
y otro más,
y uno más,
y otro más,
y uno más,
y otro más,
y otro más,
y a ese día le sucederá
otro día más,
y otro día más,
y otro día más,
y otro más,
y uno más,
y otro más,
y uno más,
y uno más,
y otro más,
y a ese día le sucederá
otro día más,
y otro día más,
y otro día más,
y otro más,
y uno más,
y otro más,
y uno más,
y uno más,
y otro más,
y otro más,
y otro más,
y otro más,
y uno más,
y otro día más.





Réquiem para un payaso

Un palabricolaje(1) tragicómico en treinta y un partes



I
Ay caray, caray, caray…
Yo creo que nadie en el mundo comprende a un payaso, ni siquiera otro payaso[.] A Mari le faltó poco para comprenderme, pero nunca me comprendió del todo[.]

II
Cuando su padre volvió a casa, no dormíamos aún; casi eran las once, y le oímos entrar en la tienda, para buscar cigarrillos, antes de subir las escaleras. Ambos pensamos que debería notar algo: tan tremendo era lo que había pasado. Pero no notó nada, escuchó en la puerta durante un momento nada más y se fue arriba. Oímos cómo se quitaba los zapatos, los tiraba al suelo, más tarde le oímos toser dormido[.]

III
Gran parte de la educación católica consistía únicamente en[:] “que jueguen al fútbol, que así no pensarán en las chicas”. Pero a mí me gustaba pensar en chicas, y más tarde sólo en Mari[.]
También pensaba en las incontables muchachas bonitas cuyo destino era hacerlo, sin tener ganas, o bien por dinero […] o gratis con su marido[.]
IV
A veces me parecía que yo era un monstruo, pero la verdad es que sólo soy un payaso, que te sigue por ahí, con el alma hecha pedazos.


V
Hace ya tiempo que desistí de hablar con alguien acerca de dinero o de arte[.] En el momento en que los dos entramos en discusión, nunca nos ponemos de acuerdo[.] El arte está invariablemente mal pagado o lo está excesivamente.
En un circo ambulante inglés conocí una vez un payaso que en lo profesional valía veinte veces lo que yo y era diez veces más artista que yo, y que sin embargo no llegaba a ganar cien pesos al día: se llamaba James Ellis, rozaba ya la cincuentena, y cuando le invité a cenar —hubo huevos con jamón, un poco de ensalada y una rebanada de pastel—, la comida le sentó mal: hacía diez años que no comía tanto de una vez. Desde que conocí a James jamás he vuelto a discutir de dinero ni de arte[.]

VI
Cuando le propuse volver a jugar a la oca conmigo, mientras tomábamos no recuerdo qué, tendidos encima de la cama, se enfadó aún más.

VII
Lo más penoso me parece que son las películas artísticas. Los films artísticos los realizan, las más de las veces, personas que por un cuadro no le hubieran dado a Van Gogh ni siquiera un paquete de tabaco entero, sino medio nada más, y[,] un artista vivo, que no tiene cigarrillos, que no puede comprar zapatos para su mujer, carece de interés para los productores cinematográficos, porque tres generaciones de charlatanes no les han confirmado aún que es un genio. Una sola generación de charlatanes no les bastaría.

VIII
Y cuando me aparté de la ventana, se me acercó, me cogió por los hombros y me besó los ojos. “Eres un cariño”, dijo “un cariño y tan fatigado”, pero cuando quise abrazarla, dijo en voz baja: “Por favor, no, te lo ruego”, y cometí la equivocación de soltarla. Me arrojé vestido sobre la cama, me dormí en seguida, y cuando me desperté al día siguiente no me sorprendió que Mari se hubiese marchado. Sobre la mesa encontré una nota: “Debo seguir el camino que debo seguir.” Casi tenía veinticinco años, y bien podía ocurrírsele algo mejor. No se lo cargué en cuenta, pero[…]

IX
Según mi modesta experiencia, los católicos no tienen el más mínimo sentido de los detalles.

X
Fue horrible que me la sedujeran con principios de orden, declaraciones escritas y días enteros de conversaciones secretas en[…]
Me sentí a punto de echar a llorar, pero el maquillaje me lo impedía[.] Ya lloraría luego, un día de fiesta, si estaba de humor.

XI
Cuando pienso que hay payasos que durante treinta años interpretan el mismo número, noto un desasosiego en mi corazón, como si me condenaran a tragarme a cucharadas todo un saco de harina. Tiene que divertirme lo que hago, o me pongo enfermo.

XII
Nada de ella, ni siquiera un botón de blusa[.] Abrí de golpe la puerta del armario ropero: nada de Mari en el armario, nada, ni siquiera una horma para zapatos o un cinturón, como a menudo olvidan las mujeres. Ni siquiera un hálito de su perfume. Mejor que se hubiese llevado también mi ropa, para regalarla o quemarla[.]

XIII
Este modo de despacharlo todo comercialmente acrecienta mi melancolía.

XIV
Bañarse es casi tan bueno como dormir, y dormir es casi tan bueno como hacer "la cosa". Mari la llamó así, y pienso en la cosa siempre en sus términos. No podía concebir que ella hiciese "la cosa" con él, mi fantasía no tiene compartimentos para tales ideas, del mismo modo que nunca estuve seriamente tentado de revolver en la ropa interior de ella. Sólo llegaba a imaginarme que ella jugaría a la oca con él, y me enfurecía. Nada de lo que yo había hecho con ella lo podía ella hacer con él sin parecerme traidora o prostituta. Ni siquiera le podía extender mantequilla sobre el pan. Si imagino que ella toma del cenicero el cigarro de él y lo termina de fumar, casi me vuelvo loco, y no supone ningún alivio saber que él no fuma y que es probable que juegue al ajedrez[.]

XV
A los estetas lo mejor es romperles en la cabeza un valioso objeto de arte, con lo cual sufren, aún al morir, por el crimen artístico. Una madona no sería lo bastante valiosa y es demasiado sólida, y moriría con el consuelo de que la madona se había salvado; y una pintura no es lo bastante pesada, si se exceptúa el marco, y le quedaría también el consuelo de que el cuadro se conservaba. Podría yo raspar la pintura de un cuadro valioso y estrangularle o asfixiarle a él con la tela: ningún crimen perfecto, pero un perfecto crimen estético.




XVI
El hijo se negaba a decirme que se había equivocado, que su padre no estaba en casa. De repente se hizo un silencio absoluto, como cuando alguien se desangra. Eso era: una hemorragia de silencio. Oí ruido de pasos que se arrastraban, oí cómo alguien tomaba el auricular de la mesa y sospeché que colgarían […]

XVII
Para mí apenas hay nada más desagradable que cuando una mujer mira a su marido con amargura, porque es señal de que está embarazada.

XVIII
Curiosamente, él soltó una risita y dijo: “Frater tuus est in refectorio: están comiendo”, dijo algo más alto, “los señores están comiendo, y durante la comida no se les puede molestar”. “Es muy urgente”, dije. “¿Caso de defunción?”, preguntó. “No”, dije, “pero casi”. “¿Grave accidente?” “No”, dije, “un contratiempo interno”. “Ah”, dijo y su voz sonó algo más suave, “¿hemorragia interna?”. “No”, dije, “el alma. Asunto puramente del alma”[.] Calló de un modo glacial.

XIX
Tarareé una letra que acababa de ocurrírseme:

Dice el Papa Juan:
“No votes
por la democristiandad.
Mira que la caridad
consiste en no hacer más pobres.”


Servía para un comienzo, y el Comité contra la Blasfemia no podía objetar nada. Añadiría muchas estrofas, y lo cantaría con ritmo de balada.

XX
“No tengo la menor idea de hasta dónde hemos llegado”, dije yo. Él se rio con estrépito: vital, católico, franco, con “barroca alegría”. “Mi simpatía por usted”, dijo, “es invariablemente la misma.” Esto me resultaba difícil de creer. Probablemente para él yo había caído tan bajo, que ya no valía la pena empujarme todavía. “Atraviesa usted una crisis”, dijo, “eso es todo, usted es joven aún, recóbrese y verá como todo se arregla”.

XXI
Se rumorea en la ciudad, en la ciudad de los rumores[,] que yo soy un payaso, que voy buscando valor en el fondo de los vasos, que estoy muriendo por ti y tú no me haces caso, dicen que no tengo el valor para pegarme un balazo. Y es verdad, soy un payaso, pero qué le voy a hacer. Uno no es lo que quiere, si no lo que puede ser.

XXII
“¿Y por qué ninguno de ustedes, católicos asquerosos, me dice dónde está ella?”, dije, “ustedes me la esconden”. “No sea usted ridículo”, dijo.

XXIII
Es cuestión de gustos, Mari, pero [¿]no es mejor confiar en un payaso ateo, que te despierta temprano para que llegues puntualmente a misa, y que, cuando es necesario, nunca te escatima un taxi para ir a la iglesia[?]

XXIV
“Es una lástima”, dijo, “que a usted le falte tan evidentemente el órgano para lo metafísico”. “Con Mari”, dije, “todo iba bien mientras ella se preocupaba por mi alma, pero ustedes le han inculcado el preocuparse por su propia alma, y ahora ocurre que yo, a quien le falta el órgano para lo metafísico, me preocupo por el alma de Mari. Si se casa con […]

XXV
El pensar en las manos de Mari —sólo el pensar que ella podría poner sus manos sobre los hombros de […]— exasperaba mi melancolía hasta la desesperación.
Una mujer puede expresar o fingir tanto con sus manos, que a mí las manos de un hombre me parecen tacos de madera encolados. Las manos de hombres sirven para dar apretones de mano, para castigar, naturalmente para disparar, para trabajar […] Las manos de las mujeres casi dejan de ser manos: tanto si extienden mantequilla sobre el pan o separan los cabellos de la frente[.]

XXVI
Después del segundo aborto, estaba deprimida, nerviosa, iba sin cesar a la iglesia, y se disgustaba si en mis tardes libres no la llevaba a […]

XXVII
Ningún teólogo ha tenido nunca la idea de predicar sobre las manos de las mujeres en el Evangelio: Verónica, Magdalena, María, Marta; nada más que manos de mujeres en el Evangelio, que prodigaron caricias a Cristo. En lugar de esto, predican sobre leyes, normas disciplinarias, arte, estado.
XXVIII
Alto ahí: tengo una sorpresa (saco de mi sombrero una flor en llamas). ¡Alegría señores, alegría! ¡Aquí les traigo su redención! Cantaré mi última canción (fanfarrias): “Oh bellísimo esperpento, triste artífice irredento, truculento redentor, me llaman, tararán tan tán. Oh feriante de los pueblos, contador de cuentos necios, soy (todos bailan una tarantela al ritmo de mi ululante armonio de letras). Yo sé alzar la patita y orinar como un perro mi feliz desilusión, disolución, desolación, de sol a sol. Yo sé bien montar monociclo y palabras malabarear… Y yo puedo, y yo puedo, sobre todo, puedo caer: yo puedo caer sobre todo…” (Caigo aparatosamente, para beneplácito generalizado de la audiencia.)

XXIX
No comprendió lo que quise decir y odio el dar explicaciones. Se me comprende o no. No soy un exégeta.

XXX
“Déjese de tonterías. ¿Qué mosca le ha picado?”, dijo. “Los católicos me ponen nervioso”, dije, “porque juegan sucio”. “¿Y los protestantes?”, preguntó riendo. “Me irritan con su manoseo de las conciencias”. “¿Y los ateos?”, seguía riéndose. “Me aburren porque siempre hablan de Dios”. “¿Y qué es usted, pues?” “Soy un payaso”, dije, “soy un triste payaso, que oculta su fracaso con risas y alegría que me llenan de espanto”.

XXXI
Pero ninguno de los dos colgó. Oía cómo respiraba ella, no sé cuánto tiempo, pero la oí, luego colgó. Mantuve en mi mano largo tiempo el auricular, para oírla respirar.



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(1)“En los estudios de Cultura, el bricolaje indica el proceso por el cual la gente adquiere objetos de varias divisiones sociales para crear nuevas identidades culturales”. He aquí un palabricolaje(2).



(2)Y este Palabricolaje ha sido patrocinado por:
Frase célebre de Vita Uva + Fragmentos desorganizados de Opiniones de un payaso (1963) de Heinrich Böll + “Payaso”, tema de Rafael Pérez Botija, interpretado por José José + “Monociclólogo”, de Fuegos de feria de Javier Ledesma + Javier Solís, “Payaso”.


Ilustración realizada por Rocio Matias: http://lienzosyhojasblancas.blogspot.com/

martes, 11 de octubre de 2011

Letras nada huerfanas XIII

Gracias a Bren,
-http://elmundodentrodemicabeza.blogspot.com/-
por hacerme llegar estas líneas que tomaré como las verdaderas recomendaciones que Dios entregó a Moisés en el monte Sinaí.



Instrucciones
de Neil Gaiman


Toca el portón de madera que hay en la pared
y que no habías visto antes,
Di "Por favor" antes de abrirlo,
cruza el umbral,
avanza por el sendero.
Sobre la puerta pintada de verde, un diablillo
rojo labrado en metal
hace las veces de aldaba,
no lo toques; te morderá los dedos.
Recorre la casa. No cojas nada. No comas nada.
No obstante,
si una criatura te dice que tiene hambre,
dale de comer.
Si te dice que está sucia,
límpiala.
Si llora porque se ha lastimado,
siempre que puedas,
alivia su dolor.
Desde el jardín trasero podrás
ver el frondoso bosque.
Pasarás frente a un hondo pozo que desciende
hasta el reino del Invierno;
lo que hay al fondo pertenece a una tierra distinta.
Si llegado a este punto decides dar media vuelta,
puedes volver atrás, tranquilo;
no hay de qué avergonzarse.
No por eso me sentiré defraudado.

Atraviesa el jardín para llegar hasta el bosque.
Los árboles son centenarios.
Hay ojos que te observan entre la maleza.
Bajo un sarmentoso roble verás sentada
a una anciana.
Es posible que te pida algo;
dale lo que quiera.
Ella te dirá cómo llegar al castillo.
En su interior habitan tres princesas.
No te fíes de la menor. Sigue adelante.
En el claro que hay más allá del castillo verás
a los doce meses sentados alrededor del fuego,
calentándose los pies mientras cuentan sus cuentos.
Puede que te hagan uno que otro favor,
si se lo pides con educación.
Quizá Diciembre te deje coger fresas
bajo su manto de escarcha.

Confía en los lobos, pero no les digas a dónde vas.
Para cruzar el río tendrás que tomar el ferry.
El patrón te llevará al otro lado.
(La respuesta a su pregunta es ésta:
"Si le entrega el remo a su pasajero, quedará
libre y podrá abandonar el barco".
Pero al responderle, procura estar
a una distancia prudente.)
Si un águila te da una pluma, guárdala
como oro en paño.
Y recuerda: que los gigantes tienen
el sueño muy pesado;
que a las brujas les pierde su codicia;
que los dragones tienen su punto débil,
no sé dónde, pero todos lo tienen;
el corazón es de natural discreto,
no permitas que tu lengua lo traicione.
No sientas celos de tu hermana:
soltar rosas y diamantes por la boca
no es menos molesto que soltar sapos y culebras:
los diamantes son fríos y duros y, además, cortan.

Recuerda tu nombre.
Nunca pierdas la esperanza: al final,
encontrarás lo que buscas.
Confía en los fantasmas.
Confía en que aquellos a los que has ayudado
te ayudarán a su vez.
Ten fe en los sueños.
Ten fe en tu corazón y también en tu historia.

Llegado el momento de regresar, vuelve
sobre tus pasos.
Todo favor será correspondido,
toda deuda quedará saldada.
No descuides tus modales.
No mires nunca atrás.
Vuela a lomos del águila sabia (no te caerás)
Nada a lomos del pez de plata (no te ahogarás)
Cabalga a lomos del lobo gris
(agárrate fuerte de su pellejo).
Hay un gusano en el corazón de la torre;
y ésa es la razón por la que no durará siempre.

Cuando llegues a la casita,
al lugar donde comenzó tu viaje,
la reconocerás de inmediato,
aunque ahora parecerá más pequeña
que al principio.
Sube por el sendero, cruza el umbral
del portón que sólo viste una vez, justo antes de iniciar el viaje.
Ahora ya puedes volver a tu hogar.
O crear uno nuevo.

O descansar.

Porque no sólo de letras vive el hombre XVI

Para abrir el hermoso mes de octubre, qué mejor que un homenaje ruso a tierras gringas por medio de Tchaikovsky haciendo un homenaje, por medio de los Messer Chups, al cine de horror, de Serie B, gringo. "One, two, three, no!"






domingo, 25 de septiembre de 2011

Letras nada huerfanas XII

A mí que me pesa mucho disfrutar de las lecturas borgianas, héme aquí colgando algo de él. Por otro lado, es un ejemplo perfecto de letras muy bien acogidas, es decir, nada huerfanas. ¿Y cómo es que he dado con este texto? Ha sido gracias a una amiga [Saludos, Xio!], que sin saber de mi me-cuesta-trabajo-leer-a-Borges me hizo llegar el diálogo que empezó gustándome y que finalizó por conciliarme y por acercarme de manera grata a Borges.




Diálogo sobre un diálogo
por Jorge Luis Borges


A- Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras. Con una indiferencia y una dulzura más convincentes que el fervor, la voz de Macedonio Fernández repetía que el alma es inmortal. Me aseguraba que la muerte del cuerpo es del todo insignificante y que morirse tiene que ser el hecho más nulo que puede sucederle a un hombre. Yo jugaba con la navaja de Macedonio; la abría y la cerraba. Un acordeón vecino despachaba infinitamente la Cumparsita, esa pamplina consternada que les gusta a muchas personas, porque les mintieron que es vieja... Yo le propuse a Macedonio que nos suicidáramos, para discutir sin estorbo.
Z (burlón)- Pero sospecho que al final no se resolvieron.
A (ya en plena mística)- Francamente no recuerdo si esa noche nos suicidamos.


10. De cuando se canta el cuento: CHICO BUARQUE - CONSTRUCCIÓN

En una de esas noches desveladas Ana me pasa un link. Un link de Youtube de un músico brasileño que yo desconocía su existencia. Desde que comienza la canción me engancha el ritmito pero no le pongo mucha atención a la letra, me conformo con la música, es casi hasta el final que las palabras comienzan a saltar de un verso a otro y me llama la atención. Regreso la canción desde el principio y me encuentro que la letra además de juguetona es cruel y sólida y mágica y alcohólica y flácida y tímida como un pájaro o una máquina o un príncipe.

El cuentocanción: Construcción.
El cantacuentista: Chico Buarque.

Amó aquella vez como si fuese última
Besó a su mujer como si fuese última
Y a cada hijo suyo cual si fuese el único
Y atravesó la calle con su paso tímido
Subió a la construcción como si fuese máquina
Alzó en el balcón cuatro paredes sólidas
Ladrillo con ladrillo en un diseño mágico
Sus ojos embotados de cemento y lágrimas
Sentóse a descansar como si fuese sábado
Comió su pan con queso cual si fuese un príncipe
Bebió y sollozó como si fuese un náufrago
Danzó y se rio como si oyese música
Y tropezó en el cielo con su paso alcohólico
Y flotó por el aire cual si fuese un pájaro
Y terminó en el suelo como un bulto flácido
Y agonizó en el medio del paseo público
Murió a contramano entorpeciendo el tránsito

Amó aquella vez como si fuese el último
Besó a su mujer como si fuese única
Y a cada hijo suyo cual si fuese el pródigo
Y atravesó la calle con su paso alcohólico
Subió a la construcción como si fuese sólida
Alzó en el balcón cuatro paredes mágicas
Ladrillo con ladrillo en un diseño lógico
Sus ojos embotados de cemento y tránsito
Sentóse a descansar como si fuese un príncipe
Comió su pan con queso cual si fuese el máximo
Bebió y sollozó como si fuese máquina
Danzó y se rio como si fuese el próximo
Y tropezó en el cielo cual si oyese música
Y flotó por el aire cual si fuese sábado
Y terminó en el suelo como un bulto tímido
Agonizó en el medio del paseo náufrago
Murió a contramano entorpeciendo el público

Amó aquella vez como si fuese máquina
Besó a su mujer como si fuese lógico
Alzó en el balcón cuatro paredes flácidas
Sentóse a descansar como si fuese un pájaro
Y flotó en el aire cual si fuese un príncipe
Y terminó en el suelo como un bulto alcohólico
Murió a contramano entorpeciendo el sábado.

Por ese pan de comer y el suelo para dormir
Registro para nacer, permiso para reír
Por dejarme respirar y por dejarme existir
Dios le pague

Por esa capa de grasa que tenemos que beber
Por ese humo desgracia que tenemos que toser
Por los andamios de gente para subir y caer
Dios le pague

Por esas vidas que un día nos van a escupir
y por las moscas y besos que nos vendran a cubrir
y por la calma postrera que al fin nos va a redimir
Dios le pague








martes, 20 de septiembre de 2011

Ya casi los 500 (Ja)

Más de un año de estar jugando con esto, y aún no se llega a la entrada número 500 (Ja). Es raro, uno ve en películas o programas que la gente hace fiestas por la visita o el contacto número un millón, y acá en la vida real, o al menos en la mía, un año y todavía estamos rasguñando la visita número 500 (Ja).

¿Tendrá algo que ver que cuando inauguré el blog no hablé a ningún sacerdote para que lo bendijera? ¿Tendrá algo que ver la alineación planetaria cuando lo cree? ¿Algo tendrá que ver que no me peino de manera decente? (Ja) Quién sabe.

Mientras son peras o peritas, creo que tengo que considerar el hacerme amigo de ¡Qué tal Fernanda! o de Chavana o de Yordi Rosado. ¡Todo sea por la fama! (Ja)

sábado, 17 de septiembre de 2011

Porque no sólo de letras vive el hombre XV

No hay mucho que decir de ellos, pero sí mucho que escucharles. Por ejemplo:




Instrucciones para...

Instrucciones para frenar el catarro a punta de jugo de durazno y unos polvorones


1. Debe de contarse con los ingredientes a la mano: el catarro, el jugo, las galletas y las ganas de frenar al primero.
2. No es necesario tener fe, pero sí paciencia. Y sobre todo valor. Mucho valor. Sin olvidar las ganas para frenar al catarro.
3. Abrir la botella del jugo (la marca no importa, el sabor sí: ha de ser de durazno).
4. Tomarse 3/4 del jugo de durazno (con el paso del tiempo el sabor puede variar, pero para empezar durazno es el ideal).
5. Abrir los polvorones (la marca tampoco importa, y han de ser polvorones, éstos cumplirán mejor su función que las Canelitas o las Chokis o Triki-trakes o Emperador o etc.).
6. Comerse la mitad de las galletas.
7. Aplastar las galletas con la mano.
8. Introducir el resto de las galletas (masilla polvorosa) en la botella del jugo de durazno.
9. Cerrar y agitar con fuerza la botella del jugo de durazno durante 2 o 3 minutos.
10. Abrir la botella y beber toda la mezcla de un solo tirón. Es importante recalcar que se ha de beber por las narices.

Covers lacolzeanos presenta II

Imaginen a una educadora con voz de presentadora de programa infantil instruyendo a los niños de un kinder: A ver, mis niños, aplaudan y canten conmigo, una, dos, tres:


Aserrín, hacen bang!
Laguneros y don Juan
Piden paz y no les dan
Piden besos, les dejan tiesos
Y les cortan los pescuezos
Y se ponen a llorar
Aserrín, hacen bang!
Bang! Bang!

martes, 13 de septiembre de 2011

¡Dios! ¡Por qué no estuve allí? II

[Se abre el telón entre aplausos y aparece Lacolz en medio del escenario. Viste de gala y tiene una sonrisa grande. Aplaude y saluda y luego dice]

Me da gusto tenerlos nuevamente aquí, gracias por venir, gracias por cliquear y llegar hasta aquí. Para no perder la nueva costumbre hemos de presentarles aquí un nuevo video musical, uno en el cual el título cuadra a la perfección con lo que el jefe sintió al verlo, al escucharlo y comenzar a danzar de un lado para el otro en la oficina.

[Comienza Lacolz a dar saltitos: uno, dos, tres a la izquierda y luego uno, dos, tres a la derecha con una sonrisa grande y las manos en la cadera. Al final se queda quieto y continúa]

El video, por lo que se puede apreciar es de origen alemán, o algo así. Y contiene dos canciones interpretadas en vivo por cuatro músicos. Una de ellas con el pelo suelto y que toca con un ritmo además del musical uno corporal muy antojable. Luego el de barbita con una especie de gaita que no se queda atrás. No dejen de echarle ojo a la violinista que se contonea y contagia las ganas de ponerse a zapatear.

[Lacolz comienza a zapatear, golpea el suelo con fuerza: uno, dos, tres, cuatro, cinco, mientras aplaude con ganas. Y la sonrisa, la sonrisa]

Y al último, que es quien engancha desde el principio, el master canoso. Un cuarteto que al parecer se hacen llamar Malbrook. No entiendo nada de lo que dicen en todo el video, salvo por el entusiasta grito de la chica de pelo largo al final: "Thanka!" Pero bueno, pasemos, pasemos mejor a escucharles, hélos aquí en vivo y en directo desde el 2009, demos un fuerte aplauso por favor para ellos.

[Lacolz aplaude con mucha fuerza y se escucha que el público hace lo mismo]






lunes, 29 de agosto de 2011

Hamburguesada palabracaidista




Palabracadabra (la revistita esa con cuentos y poemas y dibujos que cuesta 15 pesos) invita a toda la banda (gustosa de las burguers y las palabras) este sábado 3 de septiembre a la 1era. HAMBURGUESADA PALABRACAIDISTA, que será a las 2:00 pm en Ave. Jesús Flores Magón 326, col. Las Alamedas, Torreón, Coahuila. A un costado del Oxxo de Constitución y Mónaco.

$40 = burguer + refresco + papas + palabras listas para llevar.

Con las ganancias estarán contribuyendo a la publicación del no. 3 y con los menesteres para el equipo editorial (¡porque es bien sabido que no sólo de letras vive el hombre!).

¡Los esperamos!

Porque no sólo de letras vive el hombre XIV



Letras nada huerfanas XI

Fue accidentalmente que di con el libro de El loco de Gibran Khalil Gibran (Líbano 1883 - New York 1931) en una de las pocas librerías de la Laguna. En una de esas nice, donde la mayoría son best-sellers y biografías. A continuación transcribo cuatro de mis textos favoritos de este libro.





El nuevo placer
Anoche inventé un nuevo placer, y cuando lo estaba experimentado por primera vez, un ángel y un demonio llegaron corriendo a mi casa.

Se encontraron en mi puerta y se pusieron a reñir acerca de mi recién inventado placer.

El uno gritaba:

—¡Es un pecado!

Y el otro protestaba:

—¡Es una virtud!


***


Las sonámbulas
En la ciudad donde nací vivían una mujer y su hija. Las dos eran sonámbulas.

Una noche, mientras el silencio envolvía al mundo, la mujer y la hija, caminando dormidas, se encontraron en su jardín, velado por la niebla.
Habló la madre, y dijo:

—¡Al fin, al fin, mi enemiga! Aquella por quien fue destruida mi juventud, aquella que edificó su vida sobre las ruinas de la mía. ¡Ojalá pudiera matarla!

Habló la hija y dijo:

—¡Oh, mujer odiosa, vieja y egoísta, que se antepone ante mi libertad y yo! ¡Que quisiera transformar mi vida en un eco de su vida ya marchita! ¡Ojalá estuviera muerta!

En ese instante cantó un gallo, y ambas mujeres despertaron.

La madre preguntó:

—¿Eres tú, querida?

Y la hija respondió afectuosamente:

—Sí, madre.


***


Sobre las gradas del Templo
Ayer por la tarde sobre las gradas de mármol del Templo, vi a una mujer sentada entre dos hombres. Una de sus mejillas estaba pálida, y la otra, sonrojada.


***


Los dos sabios
En la antigua ciudad de Afkar vivían dos sabios. Cada uno odiaba y despreciaba la sabiduría del otro, porque uno de ellos negaba la existencia de los dioses, y el otro era creyente.

Los dos se encontraron un día en la plaza pública en medio de sus discípulos, y comenzaron a disputar y argumentar sobre la existencia o inexistencia de los dioses. Después de horas y más horas de discusión, se separaron.

Aquella noche, el incrédulo fue al templo y se postró ante el altar para implorar perdón a los dioses por sus errores pasados.

Y a la misma hora, el otro sabio, el defensor de los dioses, quemó sus libros sagrados porque había abrazado el ateísmo.

jueves, 25 de agosto de 2011

Sobre las palabras

Las evoco
Las ignoro
Las liberto
Las violento
Las cojo en vuelo
Escarbo para buscarlas
Palabras, todo se trata de palabras

Se me pegan
Se me niegan
Se revelan
Se alborotan
Se vienen y se van
Siempre vienen y luego van

Bang! Bang!
La palabra asesina
Sicaria
Solidaria
Solitaria
Ermitaña
Tacaña
Huraña

Telaraña de palabras
Se me pegan
Me pican
No me dejan
Urticaria por palabras

Palabras industrializadas
Enlatadas
Entubadas
En pomadas, untadas

Palabras enlutadas
Fúnebres
Una marcha de palabras
Una manada
Un enjambre
Un chingo de palabras

Un palabrerío

Palabras que no dicen nada
Que no valen nada
Triviales
Tribales
Vulgares
Cochinada de palabras
Una mentada de palabras

Palabareando
Palabras mágicas
Palabracazin
Palabracazan
Palabracadabra

Palabras macabras
Truculentas
Embusteras
Traicioneras
Culeras
Pérfidas
Maquiavélicas

Me coquetean
Me ignoran
Se burlan
Brincan
Bailan
Vuelan alrededor mío
Mugen
Maúllan
Gimen
Ululan


Me ladran
Me muerden
Me gruñen
Me hieren
Me curan
Me miman
Me hacen reír

Una pala por favor
para escarbar
para buscar
palabras que brincan
que escalan como una cabra

Una lluvia de palabras
Un palacio de palabras
Un bosque de palabras
Un bosquejo
Un bostezo
Un hilo de palabras
Trenzadas
Cruzadas
Mezcladas
Enganchadas
Enraizadas
Ancladas
Que no quieren salir
Palabras estreñidas
Comprimidas
Soldadas
Encorcetadas
Encarceladas
Tímidas palabras
Que quieren salir y no pueden

Palabras vienen
Palabras van
Palabras, todo se trata de palabras.

Palabracadabra 2 online






Les traígo [¿a quién?] hasta la comidad de sus clics el número 2 de Palabracadabra, es la versión online de la versión impresa, así que se pueden notar texturas, costuras y otras linduras totalmente físicas. Nunca les he contado [¿pero a quién?] de qué va Palabracadabra. Y probablemente no lo haré ahora. Es más, con toda seguridad, no lo haré ahora. Pero les dejo [pero que ¿a quién?] el link a continuación:






De cuando se canta el cuento IX

El cuento-canción de esta ocasión se títula "Mi casa nueva", y es contado-cantado por Los Invasores de Nuevo León. Se trata de una historia muy bonita y melancohólica.


Te escribí una carta y no me contestaste
Fui a buscarte y ya cambiaste dirección
Como tengo unas cosas que reclamarte
me obligaste a que te cante esta canción

Dejé mi casa por vivir feliz contigo
y me pagaste como algunas pagan mal
Por tu culpa estoy viviendo donde ahora vivo
y a esta vida no me puedo acostumbrar

A veces lloro muy cerca de las botellas
especialmente cuando me acuerdo de ti
Si amanece no se miran las estrellas
y oscurece y nunca brillan para mí

Una radiola y dos amigas me acompañan
mi casa nueva muy distinta a las demás
tiene un letrero de color en la vidriera
y una cualquiera es la que ocupa tu lugar.





lunes, 1 de agosto de 2011

Enhorabuena homovidens XIII

La del mes pasado en la entrada de este mes:


"Terrorcito de azúcar" de Petre




Ver más del monero argentino: http://loinvisibleesesencialalosojos.blogspot.com/

miércoles, 27 de julio de 2011

FUA!




Es importante recordar:

Cuando te pegas: FUA!
Cuando alguien te la raye: FUA!
Cuando se trabe la computadora: FUA!
Cuando la Selección sea descalificada: FUA!
Cuando te asalten dos mocosos armados: FUA!
Cuando alguien se embarace sin desearlo: FUA!
Cuando estés desvelado y tengas que madrugar: FUA!
Cuando llegas a la casa y no haya nada que comer: FUA!
Cuando vayas a la tienda y no haya tortillas ni pan francés: FUA!
Cuando estás en un crucero esperando el verde del semáforo: FUA!
Cuando no tengas nada mejor que hacer: FUA! FUA! FUA!
Cuando el aguacate esté caro y te salga negro: FUA!
Cuando estés triste y solo o mal acompañado: FUA!
Cuando le hables a Dios y no responda: FUA!
Cuando alguien muera inocentemente: FUA!
Cuando recuerdes que sigues vivo: FUA!
Cuando el silencio te abrume: FUA!
Cuando estés estreñido: FUA!
Cuando se vaya la luz: FUA!
Cuando gustes: FUA FUA FUA!




Anexo, para mayor comprensión y profundidad en el tema, la fuente de inspiración: http://www.youtube.com/watch?v=w10HPaFhG78

¡Bienvenido al renacimiento palabracaidista!




















Sean todos ustedes bienvenidos al renacimiento de Palabracadabra.

Para más curioseo mantenerse al tanto y de pasada dar clic en: http://palabracadabra.blogspot.com/

Porque no sólo de letras vive el hombre XIII






Para curiosear más:
http://www.barbesrecords.com/chicha.html

Letras nada huerfanas X

Una mañana desperté, chequé la bandeja de mails y había uno de Lusma. Lo abrí. Me decía que en uno de sus exámenes venía el siguiente cuento de Huidobro, que le había gustado. A mí también me encantó y ahora se encuentra aquí:


Tragedia
de Vicente Huidobro


María Olga es una mujer encantadora. Especialmente la parte que se llama Olga.
Se casó con un mocetón grande y fornido, un poco torpe, lleno de ideas honoríficas, reglamentadas como árboles de paseo. Pero la parte que ella casó era su parte que se llamaba María. Su parte Olga permanecía soltera y luego tomó un amante que vivía en adoración ante sus ojos.
Ella no podía comprender que su marido se enfureciera y le reprochara infidelidad. María era fiel, perfectamente fiel. ¿Qué tenía él que meterse con Olga? Ella no comprendía que él no comprendiera. María cumplía con su deber, la parte Olga adoraba a su amante.
¿Era ella culpable de tener un nombre doble y de las consecuencias que esto puede traer consigo?
Así, cuando el marido cogió el revólver, ella abrió los ojos enormes, no asustados sino llenos de asombro, por no poder entender un gesto tan absurdo.
Pero sucedió que el marido se equivocó y mató a María, a la parte suya, en vez de matar a la otra. Olga continuó viviendo en brazos de su amante, y creo que aún sigue muy feliz, muy feliz, sintiendo sólo que es un poco zurda.


Tomado, al parecer, de un libro recopilatorio de microrelatos llamado Por favor sea breve.

martes, 19 de julio de 2011

De cuando se canta el cuento VIII

Ahora brincamos hasta el conosur del continente. Es el turno de un puñado de argentinos con sus guitarras electricas y una enloquecida bateria que dan ganas de ponerse a darle al escritorio. Es el turno de Spinetta y Los socios del desierto. El cuento musicalizado es "Cheques". Literaramiente es breve pero eficaz (sin olvidar lo aleccionador). Y musicalmente es genial y electrizante (las costillas sirven para rasgarse como guitarras mientras siguen los solos). ¡Que sea de provecho!



Casualmenete yo te conocí
una noche como hoy.
Tu vestido eléctrico me hirió
vos bailabas y decías:
shake it, shake it, shake it, shake it, baby.

Luego te mudaste con tu séquito
a mi lujosa mansión.
Hasta casi entro en tu narcogate
vos bailabas y decías:
shake it, shake it, shake it, shake it, baby.

De nuestro amor tan sólo me queda hoy
un absurdo secador.
Me fundiste hasta el BMW
y yo lo que hago es garpar cheques
cheques, cheques, cheques, cheques.








domingo, 17 de julio de 2011

¡Dios! ¡Por qué no estuve allí? I

[Se abre el telón entre aplausos y aparece Lacolz en medio del escenario. Viste de gala y tiene una sonrisa grande. Saluda y luego dice]

Hola amigos, tal vez me recuerden en...

[Lacolz se ríe y el público hace lo mismo. Hace un gesto con las manos y retoma su papel]

Basta, basta de chascarrillos. Estamos aquí para inaugurar una nueva sección: "¡Dios! ¡Por qué no estuve allí?" Como pueden darse cuenta el título nuevamente nos ayuda a saber de qué va. Espero y la disfruten.

[Lacolz sonríe y aplaude. Y antes de que la pantalla reproduzca el video Lacolz hace un gesto de confidencia con el público. Con una mano hace un gesto de que se acerquen, de que les contará algo secreto. Y con voz bajita dice]

Para ser franco el jefe se ha inventado esta sección sólo por la necesidad de querer colgar aquí este video. De vez en cuando le miro rezar esta canción, de vez en cuando le pone su veladora a esta santa, de vez en cuando le he escuchado pedirle que le ayude y le guíe por los caminos de su deformación profesional. Y cada que pasa a Youtube y mira y escucha y canta este video le miro renegar y cuestionar al creador: ¡Por qué no me dejaste estar allí en persona! ¡Por qué!

[Lacolz comienza a imitar a su patrón: se tapa el rostro con ambas manos y comienza a sollozar muy apenado. Después de un momento vuelve a gritar totalmente desconsolado]

¡Por qué, cabronazo! ¡Por qué!

[Una mano aparece a un lado de Lacolz y le entrega un papelito. Lacolz lee el papelito. Se limpia las lágrimas, se limpia los mocos, intenta tranquilizarse. Toma aire y continúa con el airecito confidencial]

Bueno, y como el jefe no ha podido estar allí, y le hubiera encantado.

[En tono aún más confidencial]

Mataría por haber estado allí.

[Hace un gesto de "Esto es algo muy serio, así que aunque me mire chistoso créanmelo" y después continúa con el tono normal, ya ni siquiera se acuerda del aire confidencial]

Así que se le ha ocurrido abrir este nuevo bloque de posts con la intención de que otros conozcan el video y sientan la misma desdicha de no haber estado allí.

[Suelta una risa y el público igual]

Y así, al compartirlo con todos ustedes ser más y tener un millón de amigos y así más fuerte poder llorar.

[Suelta una carcajada y el público le sigue]

He aquí pues el tan mencionado video, un fuerte aplauso por favor para la brillante, la genial, la difunta, la hermosa, la encantadora ¡Lhasa de Sela!

[Aplaude con fuerza y el público hace lo mismo. Se cierra el telón y sobre éste proyectan lo siguiente]







jueves, 30 de junio de 2011

martes, 28 de junio de 2011

Covers lacolzeanos presenta I

Una bonita canción recordada de los tiempos remotos e infantiles, re-editada y lacolznificada. En caso de identificarla, favor de leerla, mejor aún, de cantarla con el corito adecuado mientras se lee desde un principio. Y si pueden conseguirse una guitarra, mucho mejor. Y de conseguirse unos coros, más que mejor. Afinen garganta, desocupen sus manos, y empecemos:

Hay un crustu pugudu un lu purud / un lu purud / un lu purud (aplauso, aplauso)
Hay un crosto poguodo on lo porod / on lo porod / on lo porod (aplauso, aplauso)
Hay un cristi piguidi in li pirid / in li pirid / in li pirid (aplauso, aplauso)
Hay un creste peguede en le pered / en le pered / en le pered (aplauso, aplauso)
Hay un crasta pagada an la parad / an la parad / an la parad (aplauso, aplauso)
Hay un cristo pegado en la pared / en la pared / en la pared (aplauso, aplauso)
(Repetir desde el principio y con más ahínco.)

Low batt

Todo el 2010 le insistieron: “Ponte las pilas, Eberardo”. Todos los días, todas las semanas, cada mes lo mismo: “Anda, ponte las pilas, Eberardo”. Todos sus conocidos, sus amigos, sus familiares le repetían lo mismo: “Ya va siendo hora de que te pongas las pilas, Eberardo”. Por las mañanas: “Ponte las pilas, Eberardo”. Por las tardes: “¿Y por qué no te pones las pilas, Eberardo?” Por las noches: “Si tan sólo te pusieras las pilas, Eberardo”. Era imposible soñar y que un árbol o una lechuza o una voz sin origen reconocible no le dijera: “Ponte las pilas, Eberardo”. Tanto lo escuchó que el primero de enero del 2011 decidió ponerse las pilas. Al menos todas las que estuvieran a su alcance.


Al día siguiente despertó muerto. Bueno, más bien ni siquiera despertó. Se había puesto tantas pilas que sus restos además de comenzar a descomponerse al instante, resultaron tóxicos. Lo tuvieron que enterrar en un depósito especial, en uno de esos que se encuentran en los supermercados. Obvio, hubo mucho café y muchas galletas.


Toda la semana, en todo momento, todos decían: “Un jovencito tan encantador, tan emprendedor, siempre haciendo tantas cosas, ¿verdad?” Todos sus conocidos, sus amigos, sus familiares: “Siempre tan literario, nada litigioso, siempre tan literal”.


A finales del mes nadie se acordaba de Eberardo.


En febrero comenzaron a aconsejar a un tal Edgardo: “Ya va siendo hora de que te pongas las pilas, ¿no crees Edgardo?” En todo momento, tantas veces, todos sus conocidos: “Por favor, Edgardo, ponte las pilas”.

“Ponte las pilas, Edgardo”.


“Si tan sólo te pusieras las pilas, Edgardo”.


“¿Y por qué no te pones las pilas de una vez, Edgardo?”

Porque no sólo de letras vive el hombre XII

Por lo general en esta sección he puesto cosas sin letras. Y en esta ocasión (¿es parte del bloque surrealista del mes?) he anexado este video que, sí, tiene letra, pero como está en inglés y no le entiendo es como si no me dijera nada literariamente. Además lo disfruto y me gusta tanto, tanto la canción como el video, que por eso lo he colgado acá. (Me recuerda mucho al D.F.)

La canción de los Wave pictures, el video del Eduardo Benchoam. ¡Que sea de provecho!




Letras nada huerfanas IX




Es bien sabido que acaba de morir Carrington hace días. Es bien sabido que además de pintar escribía. Es bien sabido que era... peculiar, tanto en vida como en obra, la señora. Es bien sabido que aún así pocos son los que le han —hemos, kimosabi— entrado a la obra de Leonora en la actualidad. Es bien sabido que todo eso es bien sabido.

Por mi parte, hace escasos días, acabo de dar con un cuento de ella. Lo leí y, caray, es un cuento cortito, ácido, alucinante y muy divertido. Espero y les guste, me lo he robado y pegado a continuación:






LA DEBUTANTE
Leonora Carrington


En mis tiempos de debutante, iba a menudo al parque zoológico. Iba tan a menudo que conocía más a los animales que a las chicas de mi edad. Quería huir del mundo, y por eso me encontraba todos los días en el zoológico. El animal que mejor llegué a conocer era una hiena joven. Ella me conocía a mi también. Era muy inteligente. Le enseñé a hablar francés y, a cambio, ella me enseñó su lenguaje. Así pasamos muchas horas agradables.
Para el primero de mayo, mi madre había organizado un baile en mi honor. Sufrí durante noches enteras: siempre he detestado los bailes, sobre todo los que se celebran en mi honor.
La mañana del 1 de mayo de 1934 fui muy temprano a visitar a la hiena.
– ¡Qué asco! –le dije–. Esta noche tengo que ir a mi baile.
–Tienes suerte –dijo ella–; a mí me encantaría ir. No sé bailar, pero en cambio sé mantener una conversación.
– Habrá muchas cosas de comer –dije–. He visto llegar a casa carros repletos de comida.
– Aún te quejas –respondió la hiena con desaliento–. Yo sólo como una vez al día, ¡y me tienen jeringada con tanta bazofia!
Se me ocurrió una idea audaz; estuve a punto de echarme a reír.
– No tienes más que ir en mi lugar.
– No nos parecemos lo suficiente; si no, sí que iría –dijo la hiena un poco triste.
– Escucha –dije–, con las luces de la noche no se ve muy bien.
Con un poco que te disfraces, nadie reparará en ti entre la multitud.
Además, tenemos casi la misma estatura. Eres mi única amiga; te lo pido por favor.
Se puso a pensar sobre esta cuestión. Comprendí que tenía intención de aceptar.
– De acuerdo –dijo de repente.
A esa hora de la mañana no había muchos guardas. Abrí rápidamente la jaula, y en un instante estuvimos en la calle. Llamé un taxi. En casa, todo el mundo estaba acostado todavía. Una vez en mi cuarto, saqué el vestido que debía ponerme por la noche. Era un poco largo, y la hiena andaba con dificultad con mis zapatos de tacón alto. Encontré unos guantes con que taparle las manos, demasiado peludas para parecerse a las mías. Cuando el sol iluminó mi habitación, la hiena dio varias vueltas alrededor, andando más o menos derecha. Estábamos tan ocupadas que mi madre, que venía a darme los buenos días, estuvo a punto de abrir la puerta antes de que la hiena se escondiera debajo de mi cama.
– Este cuarto huele muy mal –dijo mi madre, abriendo la ventana–; antes de esta noche date un baño perfumado con mis nuevas sales.
– Está bien –le dije.
No se entretuvo mucho. Creo que el olor era demasiado fuerte para ella.
– No te retrases para el desayuno –dijo al irse.
Lo más difícil fue encontrar un disfraz para la cara de la hiena. Estuvimos buscando horas y horas: rechazaba todas mis sugerencias. Por fin dijo:
– Creo que he encontrado la solución. ¿Tienes criada?
– Sí –dije, perpleja.
– Pues verás: vas a llamar a la criada; y cuando entre, nos lanzamos sobre ella y le arrancamos la cara; llevaré su cara esta noche en lugar de la mía.
– No lo veo práctico –dije yo–. Probablemente morirá en cuanto pierda la cara; alguien encontrará su cadáver, y nos meterán en la cárcel.
– Tengo hambre suficiente como para comérmela – replicó la hiena.
– ¿Y los huesos?
– También –dijo. ¿Te parece bien?
– Sólo me prometes matarla antes de arrancarle la cara. Si no, le va a doler demasiado.
– Bueno, me da igual.
Llamaré a Marie, la criada, no sin cierto nerviosismo. Desde luego, no lo habría hecho si no odiara tanto los bailes. Cuando entró Marie, me volví de cara a la pared para no ver. Confieso que todo sucedió deprisa. Un breve grito, y se acabó. Mientras la hiena comía, estuve mirando por la ventana. Unos minutos después dijo:
– Ya no puedo más; aún quedan los pies, pero si tienes una bolsa, me los comeré más tarde, a lo largo del día.
– En el armario encontrarás una bolsa bordada con flores de lis. Saca los pañuelos que tiene y quédatela.
Hizo lo que le había indicado. A continuación, dijo:
– ¡Vuélvete ahora y mira qué guapa estoy!
Delante del espejo, la hiena se admiraba con las facciones de Marie.
Se lo había comido todo cuidadosamente hasta el borde de la cara, de forma que quedaba justo lo que hacía falta.
– Es verdad –dije–, lo has hecho limpiamente.
Al atardecer, cuando la hiena estuvo completamente vestida, me anunció:
– Me siento muy en forma. Tengo la impresión de que voy a tener un gran éxito esta noche.
Cuando ya llevaba un rato oyendo la música abajo, le dije:
– Ve ahora, y recuerda que no debes ponerte junto a mi madre: probablemente se daría cuenta de que no soy yo. Aparte de ella, no conozco a nadie. Buena suerte.
La besé al despedirme, aunque exhalaba un olor muy fuerte.
Se había hecho de noche. Cansada por las emociones del día, cogí un libro y me abandoné al descanso cerca de la ventana. Recuerdo que estaba leyendo Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift. Al cabo de una hora, quizá, surgió el primer signo de desgracia. Un murciélago entró por la ventana dando pequeños chillidos. Me dan un miedo terrible los murciélagos. Me escondí detrás de una silla castañeando los dientes. No había hecho más que arrodillarme, cuando los aleteos fueron sofocados por un gran ruido que provenía de mi puerta. Entró mi madre, pálida de furia.
– Acabábamos de sentarnos a la mesa –dijo–, cuando ese ser que ocupaba tu sitio se levanta gritando: “Conque tengo un olor un poco fuerte, ¿eh? Pues claro; yo no como pasteles”. Y a continuación se ha arrancado la cara y se la ha comido. Y con un gran salto, ha desaparecido por la ventana.




***




De gustarles, han de dar las gracias —aunque sea mentalmente— a Any Morales, una compañera-diplomática, quien lo colgó en su muro, incluso con ilustración: