En esta segunda entrega les presento a Ramón Ayala interpretando "Dos monedas". Esta canción la escuchaba siendo muy pequeño, de seis o siete años, mientras acomapañaba a mi padre en sus borracheras. Recuerdo que un día le puse atención a la letra y me causó un impacto considerable a esa edad. Olvidé la letra y la canción por muchos años, y hace unos meses que me he puesto a desenterrar recuerdos y di con esta canción-cuento. Y ahora que he abierto tal sección, me ha parecido perfecta. Y el cuento cantado dice así:
Soy el más desdichado del mundo
y la culpa la tiene este vicio:
me dejó la mujer que tenía;
ahora pierdo también a mi hijo.
Él jamás supo lo que era un padre
porque yo andaba siempre borracho
él pidiendo en la calle limosna
para que yo siguiera tomando.
Una noche lloviosa de invierno
llegó el pobre hasta donde yo estaba
y me dijo "perdon papasito
ahora sí que no me dieron nada
tengo hambre y también mucho frío
por favor hoy no me digas nada".
Pero yo ciego de tanta ira
le golpié hasta casi matarlo
y le dije "te vas a la calle
ya no pienso seguirte aguantando
ya no tienes ni casa ni padre
si no traes para seguir tomando".
Salió el pobre temblando de frío
y llorando por lo que le dije
mientras yo en la casa embrutecido
sabrá Dios qué tanto lo maldije.
El alcohol y el sueño me vencieron
desperté casi ya amaneciendo
al abrir la puerta de la casa
no creí lo que yo estaba viendo.
Allí estaba mi hijo tirado:
había muerto de hambre y de frío.
En su mano le hallé dos monedas
que me traiba pa comprar más vino
y yo briago no oí que tocaba
y así el pobre murió en el olvido.
Por borracho perdí yo a mi hijo
y a mi esposa que tanto adoraba.
Yo le quiero pedir a los padres
que no le hagan un mal a sus hijos.
Tal vez Dios me mandó este castigo
por tirarme a la senda del vicio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ay... éste me deja un vacío.
ResponderEliminarNo tuve un padre borracho.
Tampoco un padre.