El último cuento-canción del 2011 pertenece al panameño Rubén Blades, con su famoso "Pedro Navaja":
Por la esquina del viejo barrio lo vi pasar
con el tumbao que tienen los guapos al caminar,
las manos siempre en los bolsillos de su gabán
pa que no sepan en cuál de ellas lleva el puñal.
Usa un sombrero de ala ancha de medio lao
y zapatillas por si hay problemas salir volao,
lentes oscuros pa que no sepan qué está mirando
y un diente de oro que cuando ríe se ve brillando.
Como a tres cuadras de aquella esquina una mujer
va recorriendo la acera entera por quinta vez,
y en un zaguán entra y se da un trago para olvidar
que el día está flojo y no hay clientes pa trabajar.
Un carro pasa muy despacito por la avenida
no tiene marcas pero toos saben ques policia, uhm.
Pedro Navaja las manos siempre dentro el gabán,
mira y sonríe y el diente de oro vuelve a brillar.
Mientras camina pasa la vista de esquina a esquina,
no se ve un alma, está desierta toa lavenida,
cuando de pronto esa mujer sale del zaguán,
y Pedro Navaja aprieta un puño dentrol gabán.
Mira pa un lado mira palotro y no ve a nadie,
y a la carrera pero sin ruido cruza la calle,
y mientras tanto en la otra acera va esa mujer,
refunfuñando pues no hizo pesos con qué comer.
Mientras camina del viejo abrigo saca un revolver, esa mujer,
iba a guardarlo en su cartera pa que no estorbe,
un 38 esmithanhueson del especial
que carga encima pa que la libre de todo mal.
Y Pedro Navaja puñal en mano le fue pa encima,
el diente de oro iba alumbrando toa la avenida, ¡se le hizofácil!,
mientras reía el puñal le hundía sin compasión,
cuando de pronto sonó un disparo como un cañón,
y Pedro Navaja cayó en la acera mientras veía, a esa mujer,
que revolver en mano y de muerte herida ahí le decía:
"Yo que pensaba hoy no es mi día estoy salá,
pero Pedro Navaja tú estás peor, no estas en na".
Y creánme gente que aunque hubo ruido nadien salió,
no hubo curiosos, no hubo preguntas, nadie lloró.
Sólo un borracho con los dos cuerpos se tropezó,
cojió el revolver, el puñal, los pesos y se marchó.
Y tropezando se fue cantando desafinao
el coro que aquí les traje y da el mensaje de mi canción:
"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios".
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios.
Pedro Navaja matón de esquina
quien a hierro mata, a hierro termina.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios.
Valiente pescador, al anzuelo que tiraste,
en vez de una sardina, un tiburón enganchaste.
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